domingo, 7 de febrero de 2010

Hola, soy Minerva...

No puedo explicarte lo que siento cuando me miras, el corazón se llena de consuelo y felicidad. Me gusta abrazarme en su reflejo, protegerme de la oscuridad que me rodea cuando no estoy contigo. ¡Y cuando lloras!, cuando lloras tiemblo al ver tus ojos bañados de sentimiento y vida, porque no existe otra verdad que hable mas que tus lagrimas.
Cuando me miras no existe la palabra “perdón”, porque nada ha sido malo cuando estoy delante de ti, ya no hay pasado; sino que te conozco denuevo cada día.

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